Madrid, 7 mar (EFE).- El mundo es cada vez más tecnológico, por lo que fomentar que niñas y mujeres tengan una mayor presencia en el ámbito de la informática y la tecnología resulta clave para construir un futuro más igualitario, coinciden en destacar varias expertas con motivo del Día de la Mujer.
"El mundo que viene es tecnológico, si las mujeres no están formando parte de él, el mundo lo van a diseñar otros", asegura la catedrática en Ciencias de la Computación y presidenta de la Asociación Española de Inteligencia Artificial, Amparo Alonso.
También la científica de la computación Nuria Oliver, experta en inteligencia artificial, denuncia "la brecha de género tan terrible que hay en el contexto tecnológico" y expresa su preocupación por que se haya ido agravando "desgraciadamente" en los últimos años.
"Esto pasa en todos sitios, no solamente en España", apunta la analista de IDC Marta Muñoz y "es reflejo de la involución social que ha habido", añade Alonso.
"Tenemos muchos sesgos de género en los juguetes que los niños compran, en los libros que leen... Está todo muy exagerado: ahora es rosa para niñas y son princesas. Obviamente vendes el doble si decides que a la mitad de la población le gusta una cosa y a la mitad le gusta otra, pero en realidad no le estamos haciendo un favor a nadie", argumenta Oliver.
La brecha de género en el contexto tecnológico tiene una de sus primeras manifestaciones en el porcentaje de mujeres que optan por estudios tecnológicos: en la Facultad de Informática de la Universidad de A Coruña donde da clase Alonso se ha reducido a mínimos. "Apenas hay chicas, sólo un 10 %", señala.
En la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), entre 2003 y 2015 el porcentaje de mujeres que se incorporan al centro apenas ha mejorado, menos de un 1 % (este último año era del 31,10 % frente al 68,90 % de los hombres), mientras que el de alumnas de doctorado ha descendido más del 6 %.
"Hasta que el problema de hacer esa educación más igualitaria en carreras tecnológicas no esté solucionado, es difícil el poder hacer que la brecha se vaya reduciendo", considera Muñoz.
La brecha continúa con una menor presencia de mujeres en el contexto laboral tecnológico. Por poner dos ejemplos, sólo un cuarto de los asistentes al Mobile World Congress (MWC) son mujeres y, según la patronal Ametic, su presencia en el sector TIC español es del 37,4 %.
Pero, destaca Muñoz, los puestos que ocupan en este sector tienen más que ver con "roles de marketing" y menos con cargos ejecutivos.
"Las inversiones en tecnologías las siguen decidiendo los hombres mayoritariamente", apunta Muñoz, para quien "por muy igualitaria que sea la inteligencia artificial, se vende a empresas dirigidas por hombres y donde las decisiones principales las toman hombres".
Esta brecha, además, tiene un reflejo en sueldos: según datos de la Encuesta Cuatrienal de Estructura Salarial de 2014, la brecha salarial de género en salario por hora en el sector de actividades profesionales, científicas y técnicas es del 25 %, por encima del 17,5 % de media, y eso que en este indicador no se tiene en cuenta los ingresos indirectos.
"Empiezas con que en carreras tecnológicas hay menos chicas; luego cuando tienes edad de tener familia quizás un empleador empieza a plantearse si te coge o no para determinado puesto de decisión y luego la brecha se acrecienta en el momento en que tienes hijos. Ahí se deja de considerar a la mujer por lo menos durante unos años para posiciones importantes", resume Muñoz.
Las tres expertas entrevistadas por Efe piden educación en informática y tecnología desde edades tempranas como una de las vías para reducir la brecha de género.
"Si al final todo el mundo estudia tecnología, nadie piensa que es de chicas o de chicos", argumenta Oliver.
Otra reclamación es la de dar mayor visibilidad a las mujeres que han destacado en el campo de la ciencia y la tecnología para contar con referentes femeninos.
"La gente no sabe que las primeras programadoras eran mujeres o que a la vez que le dieron el Nobel a (James) Watson y (Francis) Crick por su trabajo en el descubrimiento del ADN había una mujer trabajando en lo mismo (Rosalind Franklin) y no se lo dieron", añade.
Oliver tienen más ejemplos: los equivalentes a los Premios Nobel en Tecnología, el Turing Awards, sólo los han ganado en toda su historia (se da desde 1966) dos mujeres y media -una compartido con un hombre- y sólo una mujer ha obtenido la Medalla Fields en Matemáticas, que se otorga desde 1936. EFE